Racionalidad instrumental

Contrario al pensamiento ilustrado que consideraba que el progreso técnico-científico iba unido al progreso social, moral y político de las personas existe una teoría crítica, que es la que sostiene la escuela de Frankfurt, según la cual, este progreso no ha servido de liberación, sino que se ha convertido en un mecanismo ideológico de alienación.

La razón se plantea al servicio de la tecnología, impidiendo la emancipación de los individuos, y causando la cientificación de la vida, esta razón busca un afán de dominio, como ejemplo de esto se encuentra el nazismo. Esta razón es la considerada razón instrumental, que consiste en la continua intención de usar la razón (capacidad de sacar conceptos y conclusiones lógicamente) con algún propósito, buscando siempre alguna finalidad. En resumen, la razón instrumental proviene del pragmatismo, da más prioridad al fin que a los medios. Esta razón subyace en las sociedad capitalista y es culpable de la opresión e irracionalidad que sufren los individuos que forman parte de ella.

Racionalizar, como ya dije, significa ser más eficiente, aumentar la productividad, reproducir y expandir los mejores métodos para un rendimiento máximo, controlar el proceso global de producción (recursos, personal), crear excedentes, dominar mercados. Lo que no es funcional, administrable, contable, no es apreciado en la citada sociead capitalista y lo más racional será reproducir el sistema al costo que sea, para poder garantizar sus objetivos pues este proceso transcurre dentro de un contexto histórico donde intervienen intereses económicos de sectores dominantes. Los grandes centros de poder internacional se imponen a la sociedad para que su acción se ajuste y obedezca así sus intereses. La racionalización como aplicación de técnicas no conoce límites a la justificación ciega y totalizante. Cuando la razón aplica su lógica a todo lo real, fuerza a la realidad para que obedezca y se adapte a los modelos lógicos del conocimiento.
 Esto es lo que se expone en el libro publicado por dos frankfurtianos, Theodor Adorno y Max Horkheimer,  llamado Dialéctica de la Ilustración, allí exponen qu el ser humano ya no basta con conocer la realidad sino que parece necesario dominarla e influir en ella transformándola a su gusto, lo cual es, se mire como se mire, un planteamiento egoísta. Y como resultao nace el hmbre unidimensional, que prima la técnico por encima de el resto de valores y que todo lo que ansia es la posesión.

 La paradoja que se plantea es que la razón instrumental nos da los medios técnicos para que podamos ser libres y sin embargo la tecnología hace que suceda todo lo contrario. Bien, para mí esto es cierto, pero no me parece justo culpabilizar de esto a la tecnología, pues es inocente, la tecnología y la ciencia, en buenas manos, pueden hacer grandes avances. Pero pueden ser también un arma de dominación, cuando así lo desean las personas que invierten en ella (con mucho poder económico), así como los gobiernos, los intereses económicos y las convicciones ideológicas de estos interfieren en la dirección que toma la ciencia y en los planteamientos y teorías que se publican y los que no. Que lo que consideramos realidad no sea del todo real, ya que está influida por terceras personas es lo que nos quita esa libertad y nos sumerge en la dominación, no somos libres ni siquiera de conocer aquello que nos rodea, tan solo somos libres de conocer la parte de lo que nos rodea que a las personas con poder adquisitivo les interesa mostrar. Estamos alienados y no es culpa de la tecnología ni de la ciencia, es, una vez más, como muchas otras cosas, culpa de los humanos que dirigen.

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